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Arquitectos: Pedra Silva Arquitectos
- Área: 3745 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Francisco Nogueira
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Proveedores: Carmo, Epoca, Oscar ono, Technal, Weber
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Aethos Ericeira es un Hotel Boutique localizado en Ericeira, una localidad pintoresca situada en la costa oeste de Portugal.
El terreno está ubicado en un acantilado cerca de la playa de la Calada, que se caracteriza por su entorno natural y sus impresionantes vistas sobre el Océano Atlántico. El edificio existente carecía de identidad, con una apariencia inconexa, basada en la utilización de diferentes estilos arquitectónicos y una combinación confusa entre elementos tradicionales y modernos.
Del análisis detallado de la edificación existente, así como de la definición del programa de los espacios a desarrollar, junto con el desafío de las limitaciones legislativas de la construcción, surge el punto de partida para el desarrollo del proyecto de rehabilitación - respetando el lugar, aprovechando y promoviendo la interacción con el entorno natural, y respetando la propia historia del edificio, manteniendo su esencia y potenciando su belleza inherente. La construcción de su nueva identidad implica una clara distinción entre lo antiguo y lo nuevo.
El edificio existente estaba dividido en tres volúmenes, correspondientes a diferentes momentos de construcción.
En las zonas del edificio que se caracterizaban por la construcción tradicional, los principales elementos a mantener fueron las fachadas de colores claros y la cubierta inclinada de tejas, para que su apariencia se mantuviera lo más cercana posible a su estado original.
En la planta baja, en la zona oeste del edificio, se ubican algunas de las áreas sociales del hotel, como el salón de usos múltiples, la entrada principal, el restaurante y el bar, que se destacan por su acceso visual al paisaje marítimo y por una zona de estar exterior amplia. En contraposición a la pesada y tradicional organización espacial existente, estos espacios se reorganizaron siguiendo una lógica de planta libre.
La entrada principal destaca por su amplitud y diálogo interior/exterior, debido a su doble altura y la presencia de vanos distribuidos a lo largo de la fachada, brindando al visitante una experiencia de entrada memorable.
Los arcos que marcan la fachada que mira al mar se rediseñaron teniendo en cuenta su proporción, profundidad y masa, con el fin de maximizar el acceso visual al paisaje, garantizar la protección contra la luz solar directa y elevar el carácter del espacio, integrando un juego de luces /sombra en la arquitectura.
Las pequeñas ventanas tradicionales fueron reemplazadas por ventanas más grandes que se presentan con una identidad visual contemporánea, creada a través del uso de cajas metálicas, que marcan el contorno de los vanos y avanzan hacia el plano de la fachada.
De la operación de demolición de parte del sótano en el tercer volumen resultó la creación de un jardín que permitió la integración de habitaciones adicionales y el programa de spa. El programa de gimnasio se integró en un pequeño volumen ubicado en la planta baja junto al área de la piscina.
Buscando integrar el tercer volumen con el sistema constructivo envolvente y con el paisaje natural, así como la creación de una evidente apariencia contemporánea, se derribaron la cubierta inclinada de tejas y se modernizaron los balcones, acentuando la forma y volumen de las fachadas. En cuanto a la materialidad de las fachadas, se crearon contrastes de color y peso: mediante el uso de elementos metálicos de color marrón oscuro mate, de pintura clara sobre las paredes y de elementos de madera natural.
En el exterior encontramos varios salones conectados entre sí, favoreciendo la interacción con el entorno natural. En la zona de la piscina, que originalmente era semienterrada, se crearon varios niveles para absorber el desnivel y hacer el espacio más abierto.